Hace un par de años más o menos, algún político habló de las virtudes de la «educación clásica», queriendo decir educación tradicional, porque supongo que al trivium y al quadrivium no se estaba refiriendo. Entonces en twitter hablamos algo del tema, comentando algunas de las características de la educación que recibimos algunos en los 70-80. He estado buscando aquellos tweets, que creía haber guardado bien en un documento de texto, pero no, no los encuentro. Y ahora, en lugar de decir más o menos lo mismo, de nuevo en twitter, creo que sería mejor ponerlo de un modo más ordenado, en el blog, a pesar de que al tratarse de recuerdos de infancia, cuanto más se ordenen y mejor se expliquen, más se manipulan.
A mí me tocó de lleno el sistema de EGB-BUP-COU, que estuvo vigente durante unos 25 años y que es para algunos una especie de paraíso perdido. En número de gente escolarizada, hubo un gran salto entre nosotros y los anteriores, y en acumulación de datos a palo seco, es indudable que teníamos más que los que han estudiado la LOGSE. Bien, yo formé parte de aquel sistema más o menos desde 1982 hasta 1995. De lleno, como os decía.
La EGB, que va desde el actual 1º de Primaria hasta el actual 2º de ESO, era la educación obligatoria. Yo la hice en un colegio de Huelva capital con merecida fama de malo, que se agravó cuando pusieron muy cerca «los pisos blancos». Era una pequeña isla marginal rodeada de barrios obreros/residenciales y muy cerca del centro. Casi todos mis profesores eran muy mayores: varios se jubilaron y alguno murió cuando yo era adolescente.
El BUP y el COU (de lo que antes llamábamos Letras Puras y ahora se llama Humanidades) los hice en una ciudad dormitorio de Sevilla. Una generación antes, allí no había casi nada más que olivares. Los estudiantes proveníamos de niveles sociales bastante variados, desde los hijos de los olivareros y personal poco cualificado parecido, a hijos de profesionales que ocupábamos los primeros chalets del Aljarafe. El ambiente era en general bueno, tranquilo y seguro, y la zona sigue siendo muy agradable. Ahora la diversidad es ligeramente menor y el instituto tiene fama de nivel académico alto.
Y tras esta pequeña introducción, continuaré otro día.