Y digo maestras porque en los grupos de 1º de la E.S.O. que conozco, se ha nombrado a un solo maestro y a una docena de maestras.
Mi primer contacto con los cursos iniciales de la Secundaria tuvo lugar cuando ya llevaba varios años de profesora, siempre dando 3º, por lo que me había acostumbrado a esperar ciertos comportamientos en clase de los alumnos. Dar clase en 1º de la ESO supuso un cambio mucho más grande en mis métodos y en la convivencia en clase de lo que yo esperaba, porque mis alumnos, incluso siendo oficialmente «buenos» en comportamiento y en nivel académico, vienen con unos métodos de trabajo que para mí no funcionan.
En primer lugar, la frecuencia con la que esperan atención personalizada, y no sólo porque no entiendan algo. Maestra, mira lo que tengo. Maestra, mira lo que hago. Maestra, mira mis deberes. Maestra, quiero opinar sobre lo que estás diciendo. Maestra, quiero contarte una cosa que me ha pasado. Maestra, mira lo que me ha dicho. Algunos alumnos, entre el 10 y el 20% de la clase, no se dan ni cuenta de que si de ellos dependiera yo no daría clase: estaría hablando con cada uno de ellos toda la hora. Otros, alrededor del 50% de la clase, oscila entre una y tres llamadas de atención irrelevantes por día. Por otra parte, si no les hago caso IN-ME-DIA-TA-MENTE, un «¡Maestra»!» se convierte en dos, o cinco o los que sean. Y la pregunta es: ¿en Primaria hacen lo mismo? ¿qué hacéis allí? ¿les hacéis todo el caso que ellos exigen? ¿se supone que es cosa de la edad? ¿Cuántos alumnos tenéis por clase? ¿cómo se les hace conscientes de que mi atención es para todos?
En segundo lugar, no saben lo que es el espacio personal. Se acercan demasiado, me agobian, me dan toquecitos, incluso alguna vez me han hecho tropezarme porque no espero estar rodeada por todas partes (tropezarme con niñas que no me llegan al codo es un susto grande para las dos). Pregunta: ¿por qué no se les enseña en Primaria o en sus cosas a respetar el espacio personal de la gente y a no andar toqueteando a nadie sin su permiso?
En tercer lugar, según cuentan, al parecer cuando tienen algo que decir o preguntar, se levantan, van a la maestra, y entonces se lo preguntan. Si varios quieren preguntar algo, el método correcto es hacer cola, y el que practican de verdad es hacer un corrillo a mi alrededor. Los que no tienen nada que preguntar se quedan sentados sin hacer nada hasta que los que tienen algo que decirme han terminado. Ninguna duda se pone en común: todo se contesta en un tú a tú. En un día normal, según entro en la clase ya hay un mínimo de 5 manos levantadas, que al principio eran cinco personas que bloqueaban la puerta, no dejándome ni entrar, para poder ser el primero en preguntarme lo que fuera. ¿Es esto lo normal en Primaria, o me están engañando las criaturas? ¿quién pensó que esto era un buen método de trabajo y por qué? ¿qué se supone que deberían estar haciendo los 20 niños que no tienen nada que preguntarme?
Cuarto y último: cuando se han ido acostumbrando a levantarla mano para hablar, han empezado a surgir peleas cuando pido voluntarios. Se interrumpen, se pisan. Si María está hablando, Pepe me llama. Si le digo que no interrumpa, se queda sinceramente sorprendido. Creen que demostrarme que son capaces de contestar mi pregunta es mucho más importante que dejarme escuchar la respuesta/opinión del compañero. ¿Esto por qué? ¿Es consecuencia de que para mí es importante la participación en clase y se me han agobiado? ¿es habitual que sean incapaces de respetar un turno de palabra?
Ahí queda. Me encantaría tener alguna respuesta a todos estos enigmas.