Cuando llevaba poco tiempo componiendo haikus, empecé a convertirlos en estrofas de poemas más largos, a los que llamé ciclos. Andan por ahí, muchos de ellos, en un blog en el que sólo publicaba poesía. Algunos eran historias de amor con principio y final, o varias instantáneas de la misma situación.
Lo de hoy no es un ciclo, pero podría llegar a serlo. Son casi todos los haikus que he escrito que tienen algo que ver con una visión muy determinada del sexo obsesivo y dominante.  O dominado.
1
La ternura ya ha muerto.
Cuerpos feroces,
Puro deseo.
2 Santoka
«Mastico la luminosidad»
del dolor con placer.
Mi cuerpo está lleno de ti.
3
Tus blancas manos.
Envueltas en mi cinturón.
Sé que te duelen.
4
Más te odio y necesito
Que a las musas,
Que al bolígrafo.
5
No lo conozco.
Me atrae sin saber por qué.
Materia oscura.
6
Mi cuerpo sabe
De dónde sale esta pena.
Haz que se calle.
7.
El depredador
Se asoma a los ojos
De los chiquillos.
8.
Disimulando.
Sabes por qué tiemblo
Y no es de frío.
9.
En mi defensa
Los amantes me inspiran
A ti, te amo.

10.
Labios de papel.
Dientecitos tan blancos.
Preciosas marcas.

11.
Déjate llevar.
Sólo duele un instante,
te lo aseguro.

12.
De nada te sirve
desviar la mirada:
miro tu cuello.
13 Pedro Salinas.
Sí, soy culpable.
“Horizontal, sí, te quiero”.
Sí, todo el tiempo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *