Antes de entrar en materia que sólo interesa a mujeres cis en edad fértil y que no tomen la píldora, una pregunta para lectores en general. Piensa en cuándo fue la última vez que una mujer te habló de su salud. ¿Ya? ¿Cuándo fue la última vez que presenciaste una referencia a la menstruación o a la semana anterior a la misma? y por último, ¿cuándo recuerdas la última referencia a la ovulación?
Mis respuestas son: ayer a mediodía, hace un minuto, y nunca, a menos que me incluya a mí misma. Y es que es así. De la ovulación no se habla. De hecho, mucha gente no sabe ni qué es, vamos, ni que existe. Si alrededor de la menstruación hay mil mitos absurdos y anticientíficos, y vamos hablando cada vez más del síndrome premenstrual, los otros 15 o 20 días del mes simplemente no existen. Son los días «normales».
Yo me di cuenta de que mi estado físico variaba a lo largo del mes cuando hice yoga durante dos años. Siempre iba el mismo día de la semana, y a veces no era capaz de mantener las posturas igual de bien. Era sutil, pero me daba cuenta si me concentraba. La segunda vez que ocurrió, noté que coincidía con estar afónica sin resfriarme. Por estraño que parezca, no noté pronto que coindicía con el principio del ciclo menstrual. Es decir, estaba tan acostumbrada a forzar el cuerpo a un grado de rendimiento X, y a asumir que si la regla no me dolía lo mejor era ignorarla, que había desconectado el origen común de todos los síntomas de ese momento bajo del mes.
Así que os propongo algo tan simple como observar el ciclo. Necesitas papel, o un documento de texto, o una hoja de cálculo, y hacer una cuadrícula que incluya 30 días y estos factores:

  1. Dolor pélvico.
  2. Dolor de cabeza
  3. Rendimiento físico.
  4. Estado de ánimo.
  5. Energía, cansancio, sueño.
  6. Hambre poco explicable. Antojos.
  7. Libido.
  8. Flujo: color, textura, cantidad.

El día en el que empieza la regla es el día 1. Márcalo, y ve rellenando esos datos unos cuantos meses. Marca también el día que la regla termina. Si no sabes cómo de largo es tu ciclo (el mes completo de una regla hasta la siguiente), vas a tardar un poco más en encontrar pautas; necesitas por lo menos tres ciclos para saber cómo de largos suelen ser. Si estás pendiente de algunos cambios, empezarás a notar cuánto dura exactamente tu menstruación, el ciclo, la ovulación, y los días premenstruales, que no tienen por qué ser una semana entera. Puede que durante la regla te canses más, y tengas más tendencia a dolores que no tienen nada que ver con los genitales, así que acabarás acostumbrándote a no planear actividades físicas para esos días, si puedes evitarlo. Si notas cuándo ovulas, es posible que sea justo lo contrario de la menstruación: más energía, más contenta, y probablemente con más hambre y con más deseo sexual que el resto del mes.
Y esto, ¿para qué? Bueno, para conocerte, ¡te parecerá poco!. Hay más ventajas. Pero mejor las descubres tú.

Un comentario sobre “¿Estás ovulando?

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