A principios de curso, en clase se hacen evaluaciones iniciales para hacernos una idea de cuál es el nivel del que parten nuestros alumnos. Normalmente se hace un examen convencional con una nota que no puntúa, y el resultado es normalmente desastroso. La realidad es que nadie está motivado para empezar el curso con un examen, y si encima no va a aportar una nota numérica, apaga y vámonos.
Llevo algunos años tomando una ruta diferente. A los alumnos que conozco del curso anterior, no los examino. A los que no conozco, les he preguntado. Así de simple: del 1 al 10, ¿el inglés es fácil o difícil? y del 1 al 10, ¿el inglés te gusta? Sinceramente, sus respuestas me aclaran más sobre cómo va a ser el curso que ningún examen.
Como en cuarto de ESO tengo alumnos que no conozco y hay mucho trabajo que hacer, he aprovechado para crear una ficha de trabajo que los alumnos van a completar por parejas para luego compartir los resultados con la clase. En completar la ficha trabajando por parejas se tarda como máximo una hora. En corregirla, depende de con cuánta profundidad se haga, si se comentan las respuestas, o si en clase hay mucha gente, podría ser otra hora, pero yo lo que quiero dedicar más de media hora como mucho.
Puede adaptarse como examen final de 3º de ESO, prueba diagnóstica de 4º, o examen final de 4º de bajo nivel. La sección final está pensada para el autodiagnóstico con bien/regular/poco/nada.
Test final para tercero o inicial para cuarto de ESO.

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