Una rúbrica es un instrumento posible para la evaluación de tareas abiertas, como comentarios de texto, trabajitos de investigación, el trabajo diario en el aula, etc. Hay muchas explicaciones de porqué son buena idea y cómo construirlas y si de verdad te interesa el tema o si tienes poca práctica valuando te recomiendo buscar en Google “cómo evaluar mediante rúbricas” porque hay mucha información, afortunadamente. Yo voy a explicar solamente cómo las uso yo, en clase de inglés.
El punto de partida es cómo se evalúa la redacción en el examen de Selectividad. Su valor es de 3 puntos, uno para gramática, otro para vocabulario y otro para expresión. Las instrucciones indican que no se debe ir restando a tanto por error, sino hacer una valoración en positivo de cada uno de esos aspectos. Como este era el único criterio que me dieron para corregir trabajos escritos cuando empecé a corregir redacciones, es el que apliqué desde la ESO, tres puntos para cada aspecto, con un punto extra de regalo que se podía perder por los errores “de despiste” (por ejemplo las erratas, que no las contaba como errores de vocabulario). No uso una rúbrica exactamente, pero lo más importante: cada uno de los aspectos juzgados vale un número de puntos, ni más ni menos. Eso significa que si la gramática, por ejemplo, es el más absoluto de los desastres, no puedo restar más de 3 puntos. Los otros 6 son para los demás aspectos. Puedo avisar “escribir sin párrafos, o no utilizar bien tal y cual forma gramatical, tendrá una penalización fuerte”, pero no puedo, por mi cara bonita, suspender a alguien que falla en unos aspectos sí y en otros no.
Lo siguiente es el paso a la rúbrica para trabajos en grupo. Por ejemplo, un póster. Las columnas son sencillas: de “muy mal” a “excelente”. Se suelen poner 4. Yo prefiero 5. Las filas son los aspectos evaluables (respecto a «copiado»: esta rúbrica sirve en la ESO, cuando están aprendiendo a buscar información, y se trata de si procesan la información o si se limitan a copiarla; los plagios son la única razón para poner ceros).
Rúbrica para evaluar proyectos que requieren un poco de investigación:
Muy insuficiente | Insuficiente | Regular | Bien | Excelente | |
Gramática | Muchos errors básico. Incomprensible. |
Muchos errores y muy simple, pero inteligible. | Algún error. | Muy pocos errores, ninguno básico. | Sin errores, o sólo 1-2. |
Vocabulario | Muchos errores, difícil de entender. |
Muchos errores, pero comprensible. | Algún errror. |
Muy pocos errores, ninguno básico. |
Sin errores, o sólo 1-2. |
Expresión | Confuso, desordenado, muy difícil o imposible de entender. | Confuso y desordenado, pero comprensible. | Algunos errores importantes, por ejemplo no hay párrafos. |
Claro. | Claro, organizado y original. |
Contenido | Sólo copia, sin crear nada. Incompleto. | Mayoritariamente copiado. | Partes copiadas. | Usa más de una fuente de información y sabe citarlas y resumirlas correctamente. | Usa varias fuentes de información correctamente citadas. Es original. |
Presentación | Sucio o desordenado. Sólo texto. | Un poco descuidado. Usa sólo dos medios (los posibles son texto, imagen, video, audio) | Usa varios medios, está limpio pero no es especialmente atractivo. Confuso (exceso de dibujitos). |
Usa 3 o 4 medios, claro, limpio, ordenado. |
Usa varios medios, claro, limpio, original, la forma complementa al contenido. |
En las casillas en blanco es necesario incluir motivaciones para que los alumnos sepan a qué atenerse. Esto es muy importante también: no es sólo para quien evalúa, es para los alumnos también, para que sepan qué se espera de ellos. En una clase de ESO normal que nunca haya utilizado rúbricas, hay que dedicar un rato (cosa de media clase) a explicarla, con ejemplos, porque se les hace raro una evaluación tan motivada a priori.
Lo más importante en la creación de la rúbrica es decidir qué evaluar. Puede ocurrirnos, y a mí me ha pasado, que ponemos pocos aspectos y no incluimos alguno importante. Por ejemplo, al revisar cuadernos de apuntes, al principio “correcto y completo” eran un solo aspecto, hasta que en la primera tanda de cuadernos vi que eran dos aspectos demasiado importantes para juntarlos.
El paso de aquí a la nota numérica yo lo hago así. Divido 10 entre el número de filas. Divido esto entre 4 o 5, según las columnas que esté usando. Cada casilla tiende a valer 0’4 o 0’5 según el caso. Los alumnos ven en su trabajo algo así:
Gramática 3
Vocabulario 4
Expresión 3
Contenido 4
Presentación 5
= 19 x 0’4 = 7’6
Pueden discutir ese 3 en expresión, pero saben perfectamente porqué lo tienen, y saben qué hacer para convertir los 3 en 4 y los 4 en 5 la próxima vez. Mil veces mejor que decir «ah, mira, estamos aprobados con un 7’5 y eso es lo que hay».
¡muy buena explicación! mejor que la servilleta ¡dónde va a parar! Ten por seguro que la aplicaré a los trabajos de mis alumnos del curso Chicos Malos. Solo una cosa, lo de «respecto a “copiado”: esta rúbrica sirve en la ESO, cuando están aprendiendo a buscar información, y se trata de si procesan la información o si se limitan a copiarla; los plagios son la única razón para poner ceros» mucho me temo que no es solo en la ESO. Mis alumnos de la Universidad son adictos al Copy&Paste. Hace poco lo comentaba en tuiter con otros profesores de Criminología. Recuerdo hace un par de años que no le di el visto bueno a un trabajo de fin de master porque, te lo aseguro, más del 40% era copiado de internet sin más.