A partir de una lista algo más larga elaborada por Koolasuchus, he sintetizado una lista casi completa de los privilegios que se aplican en este momento en Occidente. No todo son pares binarios: la riqueza, por ejemplo, es una gradación infinita. La raza no siempre está bien definida (¿Barack Obama es negro, o mulato? ¿Yo soy blanca, mediterránea, o Latina?).
La lista ayuda también a comprobar que cuando hablamos de privilegios y de opresión no siempre atribuimos culpa, que hay mucho privilegiado que no lo capta. Ser diestro es un buen ejemplo. No hay culpa en ser diestro, pero eso no quita para que a veces, ser diestro es más cómodo que no serlo.
Sin más, la lista:
Clase y otras características sociales:
Ricos y pobres.
Clase burguesa o explotadores y clase obrera.
Educación “de clase media” o no.
Nacional, no nacional pero extranjero “de prestigio” (por ejemplo un inglés residente en España), inmigrante.
“Blanco” (europeo) / no “blanco” (aquí hay mil matices).
Que domina la lengua de prestigio, o no.
Que practica la religión de prestigio, otra, o ninguna.
Residente en zona urbana o rural; central o de capital, o periférica.
Características personales:
Edad: adultos jóvenes o maduros frente a niños y ancianos.
Sin discapacidades físicas, mentales, o sensoriales, o con ellas.
Hombres o mujeres.
Cis o trans.
Género binario o no binario.
Diádico/alosexual o intersexual.
Cisnormativo o no cisnormativo.
Sexual o asexual.
Heterosexual, homosexual, bi/pansexual.
Atractivo o no atractivo.
Delgado o gordo.
Extrovertido o introvertido.
Diestro o zurdo.
También se puede señalar como privilegio/no privilegio los propios gustos personales, sobre todo en adolescencia y juventud temprana.
¿cuantos «frikis» son ninguneados por sus compañeros de instituto por lo que les gusta?
es más, ya en la adultez. cuanta gente ve como «amigos» le dejan de lado si no se amolda al tema de conversación que le gusta a la mayoría?
Los gustos pueden cambiarse, así que yo diría que no entran.
Confieso que no sé mucho de privilegios, al menos no de su conceptualización. Sin embargo creo que a tu respuesta a Hector le falta argumentación.
Muchos de los privilegios que mencionas pueden cambiarse, por voluntad propia, por azar o por la vida misma. Así no solo porque mejores de fortuna y cambies de «clase»; o porque seas uno de esos jóvenes inquietos, que decía la ministra y salgas al extranjero a buscarte las habichuelas.
Pero además puedes adelgazar/engordar; sufrir una malformación por accidente o una mejora estética; haber nacido con un problema de salud que es corregido médicamente y sobre todo, creer y envejecer.
Los gustos cambian, pero no pueden cambiarse. Más o menos como el resto de la vida.
Por otra parte y como experiencia de no privilegio personal sí que he sentido siempre el no compartir el ocio ni el sentido del humor masculino y sí me ha limitado ¡Qué se lo digan a Niklas Stoepel!
Por otra parte, como zoquete, que ha encantado que menciones ser diestro como privilegio.