Un magnífico día de sol, que me voy a pasar en casa corrigiendo. Como puede verse en lo que llevo contado, hay demasiados imprevistos e interrupciones en los huecos entre clase y clase como para corregir solo en esos momentos. Vienen bien para adelantar trabajo, pero el grueso de la corrección se hace en casa. Normalmente evito trabajar en fin de semana, pero esta semana tengo reuniones el lunes, y cuestiones personales el miércoles, así que esta tanda de exámenes corre el riesgo de volverse eterna. Mejor me la quito de encima rápido.
Empiezo por 4º de ESO. El resultado medio es ligeramente más bajo a lo acostumbrado. Se puede resumir en: comprensión lectora aceptable, vocabulario muy bien, gramática muy irregular, redacción muy pobre. Se nota que estudian «para el examen», sin adquirir destrezas, se diría que evitan, con qué sé yo qué mecanismos mentales, encontrar uso práctico a lo que estudian. Esto es algo curioso; muchos expertos dicen que los alumnos están desmotivados porque no ven utilidad o relación con sus vidas a lo que tienen que estudiar, pero en clase de inglés, no quieren leer, hablar o escribir. Insisten, a veces con muy malos modos, en que la clase de inglés debe consistir en rellenar huecos. La única tarea comunicativa que hacen con gusto es escuchar música o películas, y en ocasiones, leer.
Descanso un rato y a última hora de la tarde, corrijo parte de los exámenes de 3º hasta que me bailan las letras y ya no sé qué estoy leyendo.
Horas lectivas y no lectivas: 0.
Horas reles trabajadas. 4:30 sin contar ninguna pausa.