Mis palabras te tocan,
hablo,
hablamos,
y mis palabras se enredan entre tus dedos.
No sé qué tienes que me hace hablar.
No sé qué haces que me tiene presa.
Es algo rojo y suave,
frágil,
es algo que cambia cuando lo describo
(si hablarte es tocarte,
si mis dedos te tocan, te cuentan un cuento).