Este ha sido mi segundo año coordinando la biblioteca del instituto. El primer año me centré en catalogar; el segundo, en corregir errores y en adaptar a un sistema más coherente y homogéneo la catalogación de la caótica sección de «Ensayo».
El póster de la foto lo hice los últimos días, y tiene su historia.
Hay 2840 ejemplares de 1943 libros. Al principio parecía que había más. Tuve que dedicar casi todo el primer trimestre a cotejar el catálogo. Cosas que pasan; había una pequeña cantidad de pérdidas y más de 100 libros que estaban catalogados por duplicados. Son los accidentes inevitables cuando no hay una buena coordinación.
Me parece mentira tener 348 libros nuevos, y además tantísimos de ellos (casi 300!) regalados. Los principales donantes han sido @nouso, @japartero, @darkor_LF y @elmasminimo. Muchísimas gracias a ellos y a cualqueira que me esté olvidando. Y a @Katiesony por hacer de mensajera. Me parece tremendo que la gente se moleste en donar libros a una biblioteca que les pilla en la otra punta del país.
Además hay una buena cantidad de libros comprados. Las cosas funcionan así; el secretario del centro asigna un presupuesto a cada Departamento, a veces a partes iguales y a veces en función del número de alumnos o de horas de clase que damos (no es lo mismo la necesidad en Matemáticas que en Portugués). Ahora que está a pleno rendimiento, la biblioteca cuenta como un departamento «grande». El dinero del que se dispone son cuatro perras, estamos funcionando con alrededor de un 30% menos de dinero que hace 3 años, pero la directiva de mi centro se ha tomado la biblioteca en serio y yo he estirado el dinero hasta casi 60 libros nuevos. Necesitamos de todo, principalmente cómic y «no ficción».
140 libros prestados, el equivalente de uno al día durante el curso escolar, puede parecer poco, pero el punto de partida era… nada. El año pasado fueron 106 y el anterior la biblioteca no abría al público, y ¿hay alguien que se deje llevar más que un adolescente? El año pasado, quienes cogían libros prestados eran mis alumnos de 1º. Este año, alumnos de 1º y de 2º. Se tardan años en normalizar algo así, en que nose vea como algo raro, y en que no se asocie a «los pequeños». Por lo menos un par de años de un trabajo tan constante como el de ahora. La asociación de la biblioteca al primer ciclo se observa en quiénes leen más. La lectura media en 3º es de 4 libros por clase, pero casi todos los libros los leyó una sola persona, y las lecturas de 4º fueron casi todas obligatorias.
Sobre lecturas favoritas, hay unas tendencias muy claras: los cómics, y los libros basados en una película que les ha gustado. También hay interés en la educación sexual y sentimental, el Diario Rojo de Carlota es sólo el ejemplo más popular del interés en diarios y otras historias con protagonistas femeninas. No entra por los pelos Joan Manuel Gisbert, que es a quien recomiendo siempre que me piden algo de misterio.
De todo estoy estoy muy contenta, ¿y ahora qué? Pues ahora que he terminado de catalogar, queda hacer cosas más creativas. La que más cuesta arriba se me hace es decorar la sala. El póster de arriba deja bastante claro que mis habilidades ahí andas escasas. Lo mejor sería implicar a los alumnos, pero lo veo complicado. Un grupo estable me ayudaba a tejuelar, aunque ahora no tengo trabajo para ellos. Y he comprobado que no funciona hacer cartelería sólo en el recreo, es muy poco rato y no lo aprovechan. Así que de momento, nada de alumnos asistentes. El trabajo de los carteles a lo mejor se puede hacer a través de clase de Plástica.
En segundo lugar, implicar a más gente. Hay un equipo de apoyo con pocas tareas asignadas. También veo necesario informar mejor a las familias de los alumnos, y colaborar con la biblioteca municipal. Por ejemplo, podría llevar a los alumnos de 2º o 3º a sacarse todos el carnet.
Y por último, planear actividades para celebrar «días de», aniversarios literarios, y recomendaciones.
Ha sido un gran año. Lo que queda por hacer es menos visible, pero sigo con ganas.