Estos días se han popularizado los artículos en prensa, a veces hasta con asesoría de psicólogos, sobre cómo «sobrevivir a las navidades». Se parte de la base de que nos van a hacer preguntas incómodas, y que es nuestra tarea sonreír y esquivar. Nunca he visto una lista que asuma que el incordio somos nosotros. Como dice Luis Rull, todos somos el cuñado de alguien.
La querida Mysterymoor largó un desahogo en twitter satirizando algunas preguntas que nos hacen a la parte joven de la familia (y a los doctorandos), y de ahí saqué inspiración para una lista de normas que puedes seguir en los próximos días para facilitar la paz familiar.
- El viejo «no hables de política ni de religión» no significa «barre para casa esperando que te den la razón o se callen».
- No preguntes a los jóvenes cuándo se casan ni a las mujeres cuándo van a tener (más) hijos. Nunca. Jamás. No. Nein.
- Si hay solteros con pareja no presente, pregunta «¿Qué tal está TuPareja?». Y fin. No preguntes «¿sigues con TuPareja?»
- La respuesta a «tengo un problema» no es «poyó estoy peor».
- Tampoco es «anda ya, te quejas de vicio».
- Haz preguntas abiertas sobre las aficiones de los demás. Asume buena fe.
- Pasa por lo menos un cuarto de hora recogiendo la cocina. Pregunta «¿en qué te ayudo?» por lo menos dos veces.
- Laeme: si vas de invitado, no te inmiscuyas en la organización. Ayuda si te lo piden.
- Pasa un rato con los niños. Los jóvenes no son niños.
- Fijo que hay una abuela o mujer de su generación que apenas habla. Sácale conversación a ella.
- Si no comes de algo, aunque sea el principal, no pidas una alternativa. Hay comida de sobra. Come más de otra cosa.
- AGC: Si alguien no come alguna cosa, no castigues a los demás por ello. Que se apañe con el resto de la comida.
- Thisispeli: Está muy feo interrogar a alguien o hacer chistecitos sobre su dieta. Lo que come alguien o no es asunto suyo.
- Por lo que más quieras, no repitas varias veces seguidas el mismo chiste.
- No sugieras a los parados que monten un negocio a menos que propongas financiarlo tú. Y en ese caso, propón quedar otro día.
- El invitado «de fuera» se sabe TODOS los chistes sobre su lugar de origen. Ese tan gracioso también.
- Juan José Saénz: Ahórrate los comentarios desagradables o supuestamente graciosos sobre el aspecto físico, la ropa, la gordura y la delgadez.
- ¿Te creías que esto iba por tu cuñao cincuentón solamente? Nop. Va por ti, cari.
Espero que, con o sin consejos, paséis unas buenas fiestas. En buena compañía, ante todo.
La verdad es que en esas situaciones no hablo nada y me dedico a admirar el plato.
Una guía muy buena, deberían imprimirla y regalarla a todos los hogares. ¡¡Personalmente la 2 es la que considero más importante!! Porque por mucho que esté difundida, la considero una pregunta muy íntima, personal y una intromisión a menudo inoportuna.
Enhorabuena por tu blog