Los jueves son el único día en el que tengo que estar en el centro todas las horas: tengo dos clases, una hora de permanencia, el recreo (teóricamente de papeleo; lo dedico a la biblioteca), una hora teóricamente libre y dos clases más. La hora a la que estoy teóricamente libre la tengo reservada para usar la biblioteca, y si descanso es el la que teóricamente estoy haciendo papeleo.
Primero. Todos los miércoles salgo a las dos creyendo que mi trabajo es inútil y todos los jueves me reconcilio un poco con ellos; la verdad es que de 1 a 2, a la quinta hora de clase, ni están ni pueden estar en su mejor momento. Empiezo con los deberes: los han hecho tres personas. Llevan dos semanas con la misma confusión: el primer día de clase del trimestre, les dije que en dos semanas (mañana viernes) tenían que entregar un póster creado por equipos. Eso ha provocado que cada día, todos los días desde entonces, se hagan un lío sobre los deberes que mando un par de veces a la semana, cortos, fáciles e individuales, y El Trabajo De Los Animales, un trabajo amplio, creativo y para hacer en grupo. Me han preguntado cada día cuándo había que entregarlo, cómo había que hacerlo… y ha sido la razón de que no hagan los deberes «normales», porque no les cabe en la cabeza que ponga dos tareas distintas, una corta para mañana y una larga para dentro de dos semanas. No es una cuestión de que no tengan tiempo de hacerlas (esa no es su protesta en absoluto). Además, me están haciendo unas preguntas muy precisas sobre la presentación. Explico por enésima vez que valoro la presentación y el uso de fotos o dibujos con el 25% de la nota, pero que la técnica es libre.
A continuación remato el vocabulario de las partes de la ciudad con una comparativa entre qué entienden ingleses y americanos por «pub» y «bar» y algunas diferencias entre esos y otros locales de restauración españoles y extranjeros. La semana que viene quiero trabajar con Tom’s Diner y quiero que conozcan de antes la palabra «diner». Por último, vemos la teoría del presente continuo que el otro grupo de primero vio ayer.
Tercero. Tienen un examen. El profesor que da Alternativa a la Religión en mi tutoría, un 2º, me dice que si le dejo una película de la biblioteca o del departamento de Inglés, que le ofrecí anteriormente. 2º y 4º, regidos por la LOE, tiene una hora de estudio semilibre a la semana; 1º y 3º tienen ética. Él vigila mi examen mientras escojo una película para mi clase. Mientras vigilo el examen, preparo una temporalización de lo que queda de trimestre empezando por tercero. Me veo corta de horas y hay festivos que no me esperaba. Me dicen que piensan asistir a clase en Carnaval y uno me avisa de que va a faltar dos semanas enteras de mayo, para irse al Rocío.
Hora de papeleos. Dedico un ratito a hablar con la profesora de «apoyo» (su materia no se llama realmente así). Los alumnos con peores dificultades, da igual la naturaleza de las mismas, pasan en su aula un número de horas que depende de la gravedad de su caso. Un par de alumnos están allí más de la mitad de la jornada; otros, una o dos horas al día. Podría dedicarse solo a los casos más graves, pero esta compañera llena el «aforo» de su pequeña clase. Hoy faltan muchos, por resfriado, y está prácticamente sola. Comentamos la evolución de tres o cuatro alumnos que tenemos en común.
Paso el resto de la hora rellenando el cuaderno de tutoría. Los tutores tenemos que llevar un registro de qué actividades se han hecho cada hora semanal de tutoría. También tenemos que levantar acta de cada reunión individual con una familia y con alumnos. Yo me he despistado un poco y hace varias semanas que no hago el registro de lo que hacemos en clase. Cojo un calendario y mis apuntes, hago memoria y hala, completo.
Recreo. Hoy hay muchísimo ruido en el pasillo, porque como hace frío, no quieren salir al patio. Hay gente sentada en el suelo comiendo bocadillos y tirando mini tetrabricks al suelo. Después de mucho insistir, se van. Dentro de la sala hay corrillos charlando o trabajando. Una niña de primero de las que vieron las láminas de Lucien Freud vuelve a coger el libro para montar un coro de risitas mientras su amiga estudia, o lo intenta. Cojo el libro y lo meto en un cajón. Si estuvieran calladas me daría igual, lo que no soporto es el corrillo de alborotadores fastidiando a los que trabajan o leen. Un niño que estaba en apoyo mientras hablaba con su profesora me devuelve un cómic que no le ha gustado, y se lleva otro «porque quiere estar siempre leyendo algo». Espero que disfrute de los monstruitos que se lleva.
Mi hora libre la he usado para poner un examen a cinco de primero que faltaron por enfermedad el día que tocaba. Me hacen más preguntas sobre aspectos nimios del trabajo que me tienen que entregar mañana: en ninguno de los dos grupos han entendido de verdad que la técnica era libre. Mientras hacen el examencito, quiero corregir exámenes pero no me da tiempo: me paso casi toda la hora ordenando papeles, sobre todo fajos de exámenes. Hay cosas que tengo que llevar al departamento, otras a mi casillero y otras me las tengo que quedar yo, y doy unos cuantos paseos cuando los cinco terminan el examen. Los trastos que llevo pesan una tonelada, menos mal que las clases que me quedan son las dos sin radiocassette.
Segundo. Empiezo por preguntarle a la alumna angloparlante si quiere corregir la parte que es tipo test de los exámenes de primero, y dice que sí, bendita sea. Si hacemos una actividad comunicativa me gusta que participe, pero hoy toca algo un poco machacón. Es la primera vez que voy a comprobar que han estudiado los verbos en casa; casi dos tercios los han hecho. El proceso que sigo es darles un grupo de verbos irregulares con algún punto en común (terminados en -t, la vocal se transforma en -o-, etc) en clase. Sólo infinitivos. Pregunto las traducciones al conjunto de la clase. Pongo en la pizarra digital el listado completo, infinitivos, pasados, participios y traducciones, los leo y repiten después de mí. A continuación, los lunes y los jueves voy a (porque se traen el papelito a clase) que se han hecho un pequeño auto-test para ver si los recordaban. Empezamos con los verbos que tienen las tres formas iguales (cut/cut/cut) y hoy tocan los que acaban en -t (bend/bent/bent). No sé si este método va a funcionar, pero de momento tiene un inconveniente respecto al tradicional de darles la lista y preguntar para ver si se la están estudiando: consume muchísimo tiempo. Tardamos media hora entre comprobar si han revisado el primer grupo, y darles el segundo. Esto significa dedicar la mayor parte de las próximas 3-4 semanas a introducir la lista. Creo que va a merecer la pena, pero se supone que tengo que dar un temario de nueve temas en un año y veo claro que voy a tener que sacrificar no ya uno, sino casi seguro que dos. ¿Dar una programación más completa o que se aprendan esta vez de verdad sí los verbos? Ay. De ahí pasamos a las instrucciones de una redacción. Montan mucho alboroto.
Última clase del día. Repito casi lo mismo que he hecho en la clase anterior, con la diferencia de que ponen más interés pero charlan entre ellos mucho más. Estoy afónica.
En casa, peso mis bultos. 8 kilos sin contar el reproductor de CD.
Horas lectivas: 4.
Horas no lectivas: 1.30
Horas reales trabajadas: 6:30.
Quería decirte que te leo siempre con mucho interés, y con esta serie que estás haciendo, aún más, si cabe.
Me hace sentirme un poco menos sola en mi estresado día a día de profe. Cuando acabo de leer cada post se me ocurren siempre un par de preguntas que hacerte que dejo para más tarde y acabo por no hacer…
Hoy va una: ¿cada año prepara exámenes nuevos? ¿nunca reutilizas?
Gracias por compartir tus días!
Gracias a ti por leer y por tu comentario. Lo archivo todo y reutilizo secciones , sobre todo los ejercicios de comprensión lectora, pero me adapto a los alumnos que tenga cada año y gradúo el nivel de dificultad. Este año estoy tardando menos en preparar cada examen precisamente porque reciclo. Normalmente preparar un examen desde cero me lleva una tarde entera, o sea, un par de horas. Mínimo.