La limpieza profesional une cuestiones centrales al feminismo: los cuidados y las condiciones de trabajo de los empleos típicamente femeninos. Muchas mujeres limpian casas para que otras tengan tiempo de trabajar fuera. Muchas mujeres limpian nuestros lugares de trabajo para que los demás tengamos un ambiente higiénico. Son la base misma del sistema productivo, y a pesar de ello su trabajo se considera fácil, «no cualificado». La falta de formación oficial es sintomática de este desprecio; la LOMCE ha creado una Formación Profesional Básica, un título muy elemental, para estudiantes que por sus circunstancias no van a superar la ESO. Hasta la creación de este grado básico, que no voy a analizar ahora, no existía formación oficial dedicada a la limpieza, ni siquiera a la limpieza industrial (que ahora veremos qué es). Esto, en un país que busca que el sistema educativo incluya todas las habilidades que un joven puede necesitar. Se ve que se saber limpiar o llevar una casa no es tan importante.
Hoy entrevistamos a Galicia Méndez, que es limpiadora y lucha por los derechos de estas profesionales.
Galicia retrato Cesar Viteri MultimaniacoGalicia fotografiada por César Viteri.
¿Qué tipos de limpieza has hecho? Casas, oficinas, hoteles….
​He trabajado en casas, de manera intermitente. Las mujeres de mi familia han tocado varios palos más, pero yo he tenido suerte y no he tenido que moverme mucho de los trabajos.​
¿Cómo has estado contratada? «En negro», en plantilla, subcontrata, autónoma…
​He trabajado en negro y, actualmente por suerte, con contrato. Establecerte como autónoma es un suicidio, pero las empresas de limpieza tampoco es que sean mejores. ​En casa, como he dicho, varias de mis familiares trabajan en el sector o han trabajado en él. Las subcontratas cumplen la ley a rajatabla, pero ni te renuevan ni te tratan como una persona. Las empresas de limpieza, depende. Ambas tienen en común que explotan a los trabajadores de una manera bestial. Te dan un tiempo para limpiar el sitio, esté como esté. Por supuesto, las condiciones laborales son de risa y cuando entras a trabajar y te pones el mono o bata dejas de ser un humano. Por ponerte un ejemplo, en Murcia en un edificio estatal en pleno verano se apagaba el aire acondicionado cuando se iban los funcionarios «porque no quedaba personal». Los de la limpieza no son personal. Es verdad que cotizas, pero ni te reconocen enfermedades profesionales ni tienes casi ningún derecho. En las casas el rollo es más duro, porque si quieres cotizar «te lo pagas tú» y punto pelota. Por supuesto, las vacaciones pagadas son un lujo del que casi ninguna trabajadora dispone y yo, que tengo encima dos pagas extra, soy como la persona más afortunada de España. Mi jefe no solo cumple el convenio, lo mejora en bastantes ocasiones. Otra cosa es la limpieza industrial (donde, curiosamente, el porcentaje de hombres es mayor). Aquí me apunta una familiar que ha trabajado en el ramo que los hombres de la limpieza industrial suelen tener siempre puestos de «más responsabilidad» y cobran más. No sé, casualidad.

¿A qué se llama limpieza industrial y qué la diferencia del resto?

La limpieza industrial es la que se produce, valga la redundancia, en la industria. Consiste desde la limpieza profunda de fábricas hasta la descontaminación en centrales nucleares. ​Es un trabajo copado por hombres, mucho más cualificado y mejor pagado. Si vas a páginas web en las que se ofrecen este tipo de servicios, todas las fotos son de señores muy profesionales haciendo cosas muy importantes. Limpiar una casa, un gimnasio o un colegio, sin embargo, es un trabajo poco adecuado para hombres, que sólo trabajan en puestos de mantenimiento como conserje. Es otro techo de cristal. Las mujeres en la casa, los hombres en la industria.
limpieza industrial
limpieza doméstica
limpieza profesionalUna búsqueda Google revela que la limpieza industrial la hacen hombres concentrados, la limpieza doméstica mujeres sonrientes, y la limpieza profesional, guantes de goma sin cuerpo.
¿Cuáles son las enfermedades profesionales más habituales? ¿Alguna vez se reconocen?
​Por ejemplo, el síndrome del túnel carpiano que ahora está empezando a ser reconocido aunque creo que todavía no entra dentro del grupo de profesiones que «pueden causarlo» y no sé si en el grupo de limpiadoras de hogar se ha reconocido. ​
​También enfermedades relacionadas con el aparato respiratorio, dermatitis y diferentes problemas con la piel, sobre todo la de las manos. Aunque uses guantes es una exposición continua y un riesgo que está ahí. Sé que es una anécdota viejísima y que ahora, por fortuna, ya no se produce este problema, pero es mítico lo de las lavanderas ciegas por las emanaciones de lejía. Mi tatarabuela era lavandera. Te puedes imaginar que la vista no la tenía bien, precisamente.
¿Qué tipos de trabajo te gustan más y menos? ¿Cuáles son sus ventajas e inconvenientes?
​A mí me encanta mi trabajo en general. Me gusta mucho ser minuciosa, y limpiar me ayuda a ordenar la cabeza. Lo que más odio es limpiar los cristales porque tengo muchísimos metros cuadrados de cristales por limpiar. Me gusta trabajar en casas porque te proporciona un ambiente seguro, sueles estar sola y el trabajo es bastante rutinario. Eso me permite ser mucho más cuidadosa con los detalles. Trabajar en oficinas o para empresas de limpieza no me dejaría nada de tiempo para serlo y además me tendría que enfrentar a los escuadrones de cotilleo (que no llevo nada, pero nada bien). Quizás lo que más me entretiene es ordenar. Cada vez que tengo ocasión me meto en el vestidor de mis jefes y lo reordeno. Si tengo un mal día, corro un poco con lo demás y me pongo a ordenar. Me viene de fábula.
¿Crees que tus jefes asumen que limpiar está necesariamente asociado a más tareas, como por ejemplo cuidar niños? Si es así, ¿qué tareas te han pedido o han supuesto?
​¡Mis jefes me contrataron para más cosas! La limpieza me ocupa una buena porción de la jornada pero también hago la compra (y no, no es solamente meter cosas en un cesto y luego pagar por ellas), cocino si me lo piden, arreglo cosillas eléctricas e informáticas (soy una maga), coso, me ocupo de pequeños recados y de coordinar que la casa esté perfectamente en todo momento. Pero esto quedó claro en el momento en el que acordamos las condiciones del trabajo. Nunca me han pedido nada que me pudiera ocasionar incomodidad y son muy cuidadosos con mi horario y la carga de trabajo. Me consta que no siempre es así, y que se asume de manera genérica que limpieza y cuidado de menores o dependientes es un pack indivisible. Tengo constancia de muchos casos en los que delegan en la limpiadora cuidado de personas dependientes o de bebés porque «total, no dan mucho la vara y se pueden manejar las dos cosas». Muchas veces nos extralimitamos en lo que deberían ser nuestras funciones y nos transformamos en cuidadoras, enfermeras, cocineras, niñeras… Y no lo hacemos por amor a la profesión. Es que no hay otra; o te adaptas o te hundes en la mierda. ¿Y eso se paga? No. No podemos ser el sostén de una sociedad que va tan deprisa para producir que necesita explotar al tejido social más desprotegido para seguir su huida hacia el rendimiento máximo. Y normalmente este trabajo, además, es en negro. Conozco un caso concreto de una mujer con un riesgo de exclusión tremendo que está trabajando cuidando a un anciano y hace tareas del hogar porque el anciano no se mueve y la familia cree que si no hace algo más están tirando el dinero. Por supuesto, le pagan una miseria y está en negro. Limpia la casa, asea al anciano, le da de comer, lo acuesta y, además, le hace compañía. Todo esto sin tener conocimientos geriátricos ni herramientas ni fuerza para hacerlo. Pero claro, es lo que hay.
¿Crees que es necesaria formación específica? ¿De qué tipo?
​Sí, lo creo. Hace falta conocer normas de seguridad en el hogar, no en vano es el lugar en el que más accidentes ocurren. Hace falta saber planchar (tender la ropa muy estirada no sirve), un poco de cocina española (especifico porque muchas inmigrantes saben cocinar pero nada de la comida típica de aquí y eso es un problema), hace falta saber organizar el trabajo y las tareas. Saber cómo planificar las tareas y estimar qué tiempo te van a llevar es crucial. Cómo realizar correctamente la limpieza para no comprometer la salud de nadie. Parece que nos olvidamos que en este trabajo se higieniza el hogar y de ello depende la salud de los que viven en él. También hacer pequeñas reparaciones puede ser un plus.Sé que quizás parece una tontería que pongan en el proyecto de FPB de servicio doméstico que aprender a usar la lavadora entra en el temario, pero es que poner una lavadora en «automático» no es saber lavar. Las sábanas blancas deben quedar blancas, y según el tejido tienen un programa específico u otro. Hay pantalones de mi jefe que tengo que lavar aparte. Y también tienes que saber lavar a mano, y qué cosas se lavan en seco, porque si no igual le jodes una colada a tu empleador y eso significa un montón de pasta tirada a la basura. Por supuesto, aprenderte tus derechos y deberes como trabajador. Eso me parece vital. Un amigo abogado está empezando en el campo laboral ahora mismo y todos sus casos son de mujeres empleadas en el hogar a las que han intentado estafar.
Has dicho alguna vez que limpiar es «el acto más subversivo y feminista que puedes hacer». ¿Por qué?
​Sí. Lo estuve pensando mucho cuando lo retomé. He estado trabajando de muchas cosas diferentes relacionadas con la comunicación pero volví, por cuestiones personales, a la limpieza, y lo viví como un fracaso. Era como un talento perdido pero sin el como. ​Mi madre, mi abuela, mi bisabuela, mi tatarabuela… Todas habían trabajado o trabajan en la limpieza y yo pensaba que iba a romper ese círculo, que iba a tener reconocimiento social. Y empezaron los compadecimientos «al menos es un trabajo» «bueno, podrías estar peor». Hasta que me harté, porque me encontré a mí misma dando explicaciones sobre que no era una sierva. He usado todos los conocimientos que nos dan para ser la esposa perfecta para darle una patada en el culo a todo. Soy una mujer independiente, con un trabajo estable. Soy una persona a la que sus empleadores respetan y escuchan. Hago un trabajo que permite a otras personas vivir cómodamente y a mí tener independencia. El feminismo, o al menos esa es mi percepción, ha huido del trabajo doméstico por todo la historia de explotación de la que proviene, pero es un error. Este es un sector eminentemente femenino, invisibilizado. A mi madre la han cortado en una conversación sobre trabajo para mentir sobre su puesto y decir que era administrativa porque les daba vergüenza que dijera que era limpiadora. Mi madre, una señora que se moviliza dos casas completas y encima estudia cuando puede.  Yo no voy a dejar que nadie me diga eso. No voy a dejar que nadie me trate como una esclava cuando soy más libre de lo que él se pueda imaginar. Soy mujer, obrera, limpio y soy feminista. Y todo lo que nos han enseñado para ser oprimidas ahora lo vamos a usar para romper las cadenas que nos oprimen.  A mí es que siempre me ha gustado combatir el fuego con fuego.
Es decir, que si te entiendo bien lo liberador y feminista no es tanto limpiar como dignificarlo como profesión, ¿es así?
​Este es un trabajo tradicionalmente denostado. Somos sirvientas, sólo tienes que ver «Los Santos Inocentes» para ver lo que era servir en una casa de ricos. Ahora de manera más sibilina somos igualmente despreciadas. Y creo que es feminista reclamar la pasta que nos corresponde por hacer este trabajo que hemos hecho tanto en nuestra casa como en las ajenas  a cambio de lo mínimo o gratis. ​
Hay quien dice que no debería haber trabajo doméstico porque cada uno debería ir recogiendo lo que tira; es decir que su posible indignidad viene de la falta de higiene u organización de los usuarios. ¿Qué opinas de esto?
​Que es una tontería como una casa que viene de la imagen del señorito y la criada. El trabajo doméstico es necesario en muchas casas porque permiten a los integrantes desocuparse de tareas vitales. Es como si yo dijera que coser es una indignidad porque todos deberían saber hacer las prendas con las que se visten o que todo el mundo debería saber arreglar su coche o su ordenador. El hecho es que el dinero compra tiempo a través de los servicios. Nosotros tenemos ocio porque subcontratamos servicios a otras personas. ¿Que puedes ocuparte de tu casa? Seguro. ¿Te renta en términos de tiempo y preocupación? Quizás no. Eso tampoco quiere decir que dejes todo por ahí ni que trates a la limpiadora como una esclava pero es un punto que tampoco me sorprende en un mundo en el que sigue existiendo personas que se piensan que los camareros o las dependientas son sus sirvientes porque él es el consumidor.
¿Y la viabilidad económica? Al fin y al cabo, una familia con sueldos medianos no puede pagar un buen sueldo a su vez.
Acabas de dar con el motivo por el que la profesión del servicio doméstico no tiene mejores condiciones. ¿Te imaginas lo que pasaría si todas las personas que están trabajando en servicio doméstico estuvieran con el contrato que les corresponde? Muchas familias tendrían problemas para gestionar su vida. Ahora mismo el tema es viable económicamente porque siempre hay alguien que lo hace más barato, más en negro y más deprisa. La limpieza doméstica es un paradigma del liberalismo más salvaje. Aquí, mariquita el último. Y eso que las condiciones son de risa: 400 euros, 6h, sin contrato, sin vacaciones, sin bajas para limpiar la casa (planchar, hacer la comida) y el negocio. Y llega alguien y te lo hace. Porque lo están haciendo. Claro que son perfiles al borde de la exclusión social; es eso o el Caos. Mujeres que se divorcian y se quedan en la nada después de haber estado criando a los hijos, mujeres viudas, con maridos problemáticos, inmigrantes o, simplemente, pobres. Y claro, 400 euros es mejor que 0 euros. O sea, que la viabilidad económica bien. Las clases medias están sajando bien al lumpen para seguir viviendo su idilio de hipotecas y vacaciones en la sierra.
¿Qué solución ves a este conflicto de intereses, concretamente con la limpieza doméstica, que es mucho más difícil de inspeccionar que en negocios? ¿Qué dice el convenio? ¿Qué crees que es lo más justo? Pienso también en las familias que no quieren una empleada sino sólo unas horas en semana.
​Nosotras somos el único colectivo que a pesar de tener un trabajo por cuenta ajena no cotizamos para tener derecho a subsidio por desempleo. Somos como una especie de falsas autónomas pero en legal, tenemos el privilegio -y digo privilegio porque se ha conseguido hace apenas unos años- de tener asistencia sanitaria pública, baja por maternidad, accidente y enfermedad. Además, cotizamos para tener una (mierda de) pensión en el futuro. ​
​La ley contempla que es el empleador el que debe dar de alta al empleado. El convenio es bastante confuso para mí, que no soy especialista, y tengo la suerte de tener un único empleador, por lo que me quito de bastantes problemas. ¿La solución para evitar las irregularidades? La solución no pasa por apretar a nuestro colectivo. Pasa por asegurar más derechos y una mejor Justicia para nosotras. El problema básico es que la mayoría de limpiadoras de hogar están en una situación que raya la exclusión social y aunque entiendo que estamos en un sistema que prima la producción fuera de casa, es inmoral aprovechar la falta de papeles, la falta de pasta o una situación familiar jodida para que la chica que viene a tu casa se ajuste a tu presupuesto. ¿Qué se necesita? Que puedas denunciar sin miedo, que puedas dejar de sentir miedo porque no tienes papeles y te van a deportar si denuncias tus condiciones. Que las mujeres se organicen como se hace en el sector de limpieza pública que copan grandes empresas y se hace necesario presionar al conjunto de la sociedad para que se reconozcan los derechos básicos que tenemos. No se pide más.
¿Cuáles crees que son las mayores necesidades laborales de las limpiadoras en España?
​Derechos laborales. En esas dos palabras se resume casi todo lo necesario. Y por supuesto, visibilización. Si estás limpiando en una oficina, en una casa o en donde sea, si sacas a tu familia adelante con ese dinero sudando cada euro tienes toda mi admiración. ​Para mí, las limpiadoras son heroínas con bata.
¿Y se te ocurre el modo de conseguir mejores derechos laborales?
​En dos palabras: ORGA​NIZACIÓN SINDICAL

17 comentarios sobre “Entrevista a Galicia Méndez, limpiadora

  1. Muy ilustrativa la entrevista, enhorabuena. Ahora bien, he leído que la ley obliga al empleador a dar de alta a la empleada. Eso no es así después de la ley en 2012, en el que se reformó y ahora es facultativo y es la empleada la que puede darse de alta.

    1. Gracias por dar el matiz correcto a la información. Hay mucho lío al respecto porque si haces más de 60 horas mensuales en una casa pero llevas otras estás en una situación rara. De todas maneras, tengo que repasar ese punto del convenio porque como no me afectaba no es de los que más he retenido (el egoísmo humano) y trataré de publicar un post explicativo sobre ello. Muchas gracias :)))

  2. Me ha resultado muy interesante, sobre todo el punto de que no se trata tanto de buscar un puesto «digno» como de dignificar el que se tiene. Se puede aplicar a todo. ¡Gracias por compartirlo!

  3. Hace poco leí que cuando una mujer rompe el techo de cristal, hay otra que no vemos que tiene que recoger los cristales. Ojalá más artículos de feminismo sobre las «Galicias» y menos sonre las»Hillary Clinton».

  4. A raíz de lo de la limpieza industrial, me gustaría añadir una cosa. Vivo en Estepa, cuya actividad económica principal es la del mantecado (lo siento, no se dice polvorones para abarcar todos los dulces). En ella trabajan mujeres y hombres en un porcentaje que suele estar, para que os hagáis una idea, en 80% y 20% respectivamente. En cuanto a la limpieza, hay fábricas que contratan una empresa externa (para el inicio de campaña en agosto y para el final en diciembre-enero) otra cosa es mantener la limpieza. En otras, en cambio, son ese 80% de mujeres (junto con un porcentaje bajo dentro del 20% masculino) las que se encargan de la limpieza de la maquinaria y la de sus puestos de trabajo. La limpieza no entra dentro del sueldo y, de hecho, se hace después de cada turno. Imagínate que el turno termina a las 2, te tienes que quedar entre 10-15 minutos más, además de cambiarte de ropa (no se puede salir a la calle con la ropa de trabajo), y entras de nuevo a las 3.

  5. Vamos a ver si queda algo claro: un informático, se supone que s un técnico cualificado, cobra 800 euros al mes. ¿Es eso un salario adecuado a su formación? Pues bien, no se trata de limpiadoras o informáticos, se trata del mercado laboral. El PP ha destruído empleo decente para crear por cada puesto varios mal pagados. Esa era su forma de acabar con el paro: crear empleo basura.
    Primero votamos al PP y luego lloramos. Pues bien, para que todos lo sepais, si el PP vuelve a gobernar bajarán los salarios y subirán los impuestos. ¿Que no? Tiempo al tiempo. Pero luego a callar. Porque la gente que vota al PP y luego lloriquea me pone enfermo.

    1. Aquí nadie ha hablado de votar al PP. La única cuestión de política institucional de la que se habla es de sindicalismo. Has leído el artículo que no era.

  6. Muchas muchísima gracias por haber hecho esta entrevista. Conozco mucho el mundo de la limpieza, pero nunca me había atrevido a dar el paso de hacer una entrevista a alguien (te me has adelantado :P).
    Una pregunta, Galicia, (vaya un nombre más precioso):
    ¿Cómo harías para combinar el hecho de que si las familias que os contratan lo hicieran legalmente y bajo un contrato (Como queréis, y es lógico), y por lo tanto con un salario posiblemente más alto, con el hecho de que no puedan pagarlo y fuera en vuestro perjuicio?
    No sé si me he explicado correctamente.
    Gracias, un abrazo!

  7. Me encanta el victimismo. Hablamos de techo de cristal porque en la limpieza industrial hay mayoría de hombres, blablabla, pero cuando más tarde se le pregunta qué prefiere, entonces contesta que la limpieza doméstica. Toma…
    ¿No será una cuestión de elección entonces? ¿no será que hay más hombres porque don más los que se atreven con ese tipo de trabajos que, fuera de necesitar más cualificación que hay que demostrar y tener ganas de conseguirla, son particularmentr más complejos, penosos y arriesgados?
    Es que me encanta la capacidad para hacerse pasar por víctimas del neo-feminismo cuando no se trata de discriminación sino de elección. Y ojo, que no hablo desde lejos sino que en su momento también trabajé en el sector. Y no vi que muchas tuviesen ganas de irse a una nave industrial de componentes para coches a limpiar las máquinas soldadoras con hielo seco a presión, que es una cosa capaz de destrozarte laano si no tienes cuidado.

    1. No es una cuestión de elección en todos los casos. Ella habla de que le gustan las casas más que las oficinas.
      Te recomiendo el libro «Las que limpian los hoteles» antes de hablar de enfermedades laborales.

  8. Felicidades por la entrevista, me parece genial visibilizar la profesión y me encanta que se luche por ponerla en valor. Creo que las profesionales del sector tienen mucho mérito y las admiro, yo no creo que aguantara 2 semanas… Aborrezco limpiar, pero me encanta que la casa o los sitios donde trabajo estén limpios y ordenados, así que soy mis heroínas. Mi suegra la primera, que lleva años limpiando oficinas.
    Quería aprovechar para preguntar algo, hoy por hoy en casa no podemos pagar por un servicio de limpieza, pero a poco que pueda me interesaría contar con una profesional. En un caso así, en el que sólo serían unas pocas horas a la semana, ¿qué opción es mejor, contratar una empresa o directamente una limpiadora? Desde el punto de vista de la limpiadora, claro. Económicamente no tengo claro si habría mucha diferencia, pero me interesa saber vuestra opinión por si me veo en esa situación poder hacerlo lo mejor posible para la limpiadora.
    Muchas gracias

  9. Una entrevista sensacional. Es una profesión muy importante, en la que se hace mucho más que pasar una aspiradora o limpiar el polvo. Es todo un oficio que merece un gran respeto.

  10. Pues yo fui limpiadora de oficinas durante varios años (a través de una empresa de limpieza) y anteriormente también había sido empleada de hogar, y jamas perdí la vergüenza que me daba tener que responder que era limpiadora cada vez que alguien me preguntaba a qué me dedicaba. Incluso en mi propia familia me miraban con lastima y en ocasiones también me reprochaban que porque tenía que estar limpiando con los estudios que me habían pagado (una F.P)
    Pero a mi me gustaba porque tenía un buen horario que me permitía conciliar, con un sueldo casi decente, y muy cerca de casa, pero en mi cabeza no paraba de resonar la vergüenza y humillación de tener que coger una fregona, supongo que fruto de lo que esta sociedad nos ha metido en la cabeza. Y hoy en día sigo pensando lo mismo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *