Me enteré de que había salido, con motivo del mes de reivindicación de los derechos LGBT, un reto de lectura muy amplio que consiste en leer libros escritos por autores no heterosexuales, o con temática relacionada con este tema. Me encantan los retos de lectura, los he hecho geográficos, por orden alfabético, por géneros literarios, de todo tipo. Son una buena manera de dar variedad a lo que se lee. Y la verdad es que estas iniciativas hacen falta, porque creo que no es casualidad que casi todas mis lecturas han sido de editoriales muy pequeñas. Así que en junio y parte de julio he leído lo que tenía por casa y alguna compra más. Esta ha sido mi experiencia.
1 36, Nieves Delgado. En Editorial Cerbero. No suelo leer ciencia ficción y todo lo que recuerdo son distopias, así que me falta base para hacer una buena crítica. Me ha gustado, tiene un planteamiento original y una historia que engancha. Recomendable: para quien ya le guste la ciencia ficción, para quien quiera experimentos con la identidad de género.
2. Vida en Martes, de Beatriz Sevilla, en Episkaia. Poesía con un poco de hilo conductor: una semana en la vida de una mujer recién independizada, superada por la adultez y la vida en general. A ratos bonito, a ratos terrible. Se lee rápido, pero luego deja poso. Es un libro extraño por cuánto revela. Cuando decimos «soy un desastre», o «la vida es una mierda», casi siempre es con humor o con rabia; Beatriz no. Solo lo suelta, de la manera más aséptica posible, cuando no parece que esté en plena crisis de ansiedad. Da un poco de pudor, una sensación de «yo no debería estar enterándome de esto» o de «ah, que no me ha pasado solo a mí». Qué valor requiere verbalizar, echar fuera y luego encima compartir tantos temores. Recomendable: muchísimo.
3. Los huéspedes de pago, Sarah Waters. NoveLÓN. Esta autora nunca sé por dónde va a salir, tiene las historias más entretenidas y las más deprimentes que conozco. Esta en una intriga magnífica, a ratos un poco lenta. Una de las cosas que más me han gustado es cómo se describe la relación entre las varias mujeres sáficas que aparecen (uau, una novela con más de un personaje LGBT): amistad, recelo, enamoramiento, la comodidad de una relación amorosa ya hecha rutina. Y también cómo la autora se transforma para escribir al estilo de la década en cuestión. Recomendable: si te gustan los novelones tochos que se tarda un verano en leer, y las películas clásicas a lo Hitchcock.
4. A Tale for the time being, Ruth Ozeki (en español tiene el absurdo título de El Aleteo de una mariposa en Japón) entra en el reto por los pelos, porque un personaje secundario es bisexual y esa es una de las causas de que la narradora la admire, pero no tiene ningún efecto sobre la trama. Su mayor defecto es que es un poco lento y repetitivo. Es muy triste, y no se lo recomiendo a quien esté deprimido o tenga ideas suicidas. Hace un uso brillante de perspectivas múltiples y de saltos atrás en el tiempo.
5. Good Omens. Da igual si consideramos a Aziraphale y Crowley asexuales, homosexuales, aces enamorados… entra en el reto. No puedo decir nada que no esté dicho ya. Es un libro maravilloso, del que ya hablé en mi guía de lectura a Neil Gaiman.
6. Los deseos afines, VVAA. Es una recopilación de cuentos africanos con personajes LGBT. Es muy variada en enfoques y temáticas. Los cuentos casi se dividen en «tristes» y «encuentros sexuales casuales». De los más sexys solo me gustó uno. De los tristes, variaba mucho. La verdad es que no me ha dejado con ganas de investigar a los autores de cada cuento.
7. Vidas Trans, VVAA, ed. Antipersona. Una recopilación de ensayos autobiográficos que sirve como introducción mínima a la situación y los problemas de las personas trans en España. Cada ensayo tiene un tema; por ejemplo el de Alana Portero es sobre el trabajo y el de Atenea Bioque, sobre el sistema médico. Sabe a poco porque es muy corto (no llega a cien páginas) y bastante básico, pero precisamente así debe llegar a más gente que no sabe nada sobre esta cuestión. Recomendable: mucho.