El profesor Snape, en Harry Potter.

Esta entrada requiere conocer el universo Harry Potter a la altura de Harry Potter y la Piedra Filosofal. No tiene spoilers muy grandes, pero algo se puede escapar sobre los últimos libros.

Ya tenemos una entrada sobre cómo hacer comentarios de texto genéricos. Para mí, comentar verso es más fácil que comentar prosa, porque la capa fónica es mucho más rica, siempre hay más que analizar y a menudo son textos más elaborados. Un texto simple o muy fácil de entender es más difícil de comentar que uno complejo. Por otra parte, el análisis o comentario de personajes tiene sus propias reglas.

Para estudiar personajes es útil partir de una clasificación clásica, como las funcionales, y luego añadirle tu toque personal u otras técnicas de comentario más modernas. En una clasificación funcional, contamos con estos presupuestos.

  • Un personaje es aquello para lo que sirve. Ahora entro en detalles con esto.
  • Una función tiende a llevar con ella unas características.
  • Un personaje no es una persona. Esto último lo escribes en un post it y se lo pegas a la pantalla o al papel en el que haces tu comentario. No se puede repetir demasiadas veces.

Que un personaje sea una función no quiere decir que sea un estereotipo. Puede ser verosímil, «recordarte a una persona», puede tener una caracterización muy rica, muy compleja, un poco contradictoria… lo que quieras, pero sigue teniendo una función. Repasemos las principales en las novelas de Harry Potter:

1. El héroe. El lector se identifica con sus valores, es «bueno», es centro de la acción. Es decir, Harry.
2. La heroína. No contribuye de manera significativa al desarrollo de la acción; para lo que sirve es para ser un premio al héroe. Sobre la heroína, no pienses «Pero es que las chicas en Harry Potter no son precisamente Rapunzel esperando que la rescaten»: no estamos valorando si son pavas o listas, sino hasta qué punto son necesaria para que la acción se desarrolle y culmine.

Hermione y Ginny. La diferencia entre la heroína y el «Héroe femenino» está en la pregunta «¿Este personaje está funcionando como la recompensa de un héroe, o tiene sus propios problemas e intereses?»

3. El héroe femenino. Para saber si un personaje es heroína o héroe femenino, no mires su «personalidad». No es una persona. Mira si te importa lo que le pase, si su trayectoria sirve para algo más que para que un héroe se empareje.
4. Los aliados. Los personajes «buenos» que ayudan al héroe. Aquí, todos los amigos de Harry, y casi todos los profesores.
5. El villano y sus aliados. El héroe suele tener el esquema de valores del público, y el villano el opuesto, es decir, uno es «bueno» y oro es «malo», pero esto no es tan importante como que el villano quiere destruir al héroe. Si tomamos Voldemort, los mortífagos.
6. El antagonista. Hasta ahora, todo lo demás podrías verlo en el cuentecito más simple, pero este tiene más miga. Se diferencia del villano en que su interés principal no es cargarse al héroe, pero puede ser su enemigo porque los intereses de ambos son incompatibles. Y Snape es un buen ejemplo de ello. No soporta a Harry, casi nunca quiere lo mismo que él, y además es difícil de etiquetar como alineado con los personajes buenos o los malos. No estamos diciendo si es «bueno» o «malo», porque no es una persona.

Este es una de las grandes ventajas de un análisis funcional. Podemos observar si el personaje encaja bien o mal en una función simple, qué esquema de valores tiene, y si tiene las características más habituales de esa función. Por ejemplo, como aliado Ron es bastante torpe, es envidioso…para lo más importante, que es vencer a Voldemort, es poco útil. «Harry cuenta con un equipo muy numeroso de aliados, pero el más cercano a él es un manta, y esto sirve para dar interés y acción porque hay que salvarle tan a menudo como él ayuda, o más», es comentario. «La función de Ron es ser el chico normal, de andar por casa, que a Harry le habría gustado ser; Harry se beneficia de tener al lado un amigo que no destaque mucho, alguien con quien hacer el tonto entre tanta seriedad», también. Ninguna de estas dos afirmaciones es más correcta que la otra. Podemos por tanto hablar de si el villano es simpático, carismático o todo lo contrario, de si tenemos a un héroe pasivo o contra su voluntad, etc.

Hace ahora más o menos un siglo se introdujo la distinción entre personajes planos y redondos. Es una chapuza porque es en sí misma un estereotipo, pero en común con la funcional nos puede servir. Un personaje «plano» es estereotípico, simple y sin evolución. Uno «redondo» es verosímil, complejo, y evoluciona. Snape es «redondo», pero sigue sin ser una persona. Espero que quede claro que si hacemos bromas con que somos del #TeamSnape (yo, la que más), es porque es un personaje bastante bien hecho, con el que JK Rowling da un par de sorpresas muy raras (el pacto con Mamá Malfoy y «Always»), pero que engancha igual. ¿Que es un amargado que odia a Harry porque es Gryfindor? Te gusta ver cómo va a escapar Harry. ¿Que se porta de forma imperdonable con Hermione? Quieres ver que se hace justicia ahí (nadie, nunca, le hace justicia a Hermione, pero esta entrada evita el análisis de este personaje porque otras lo han hecho antes y mejor).

Sigamos con Severus Snape. Si fuera una persona que conoces, lo odiarías. Te daría asquillo. No tiene sentido pensar en él como compañero de trabajo, amigo o familia. Tiene de verosímil lo justo para un barniz de gente que te cae mal, como un jefe muy estúpido. Hace lo que esperamos de una caricatura de profesor malintencionado sin ser tan predecible que aburra, hasta que 1) se le da una contradicción en el pacto con Mrs Malfoy que abre Harry Potter y el Príncipe Mestizo 2) Cambiamos por completo nuestra opinión de él al final del libro 3) Se da, mucho más adelante, en el siguiente libro, una explicación a las contradicciones anteriores. De otro modo: es entretenido de leer porque es «malo» pero está «del lado de los buenos», se opone a nuestro héroe y nos encanta ver a Harry salir de obstáculos puestos por Snape (porque para eso es un antagonista). Y justo cuando parece que está manoseado, un libro abre y cierra con acciones suyas brutales y sorprendentes. Además, el libro siguiente resuelve las contradicciones de forma muy satisfactoria, porque sus justificaciones no son «malvadas» pero están fuera de los intereses del conjunto de los personajes. Son egoístas. Puedes considerarlas buenas u horribles.

El párrafo anterior ya empieza a ser comentario. He mezclado un análisis de la estructura de la saga, un análisis «plano/redondo» sobre la «personalidad» de Snape, he empezado a contar que hace un viaje antagonista – villano – aliado a su pesar.

El estudio de personajes no es fácil, pero bien hecho ilustra muy bien las obras. ¡Espero que estas indicaciones os resulten útiles!

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