Decía hace quince días que cumplir propósitos depende, sobre todo, de las circunstancias, que lo bueno hay que trabajarlo y lo malo viene sin más. Hoy, Galicia cuenta que los propósitos son una carta a quien quieres ser, y hace unos propósitos sobre ser mejor persona que yo firmaría punto por punto.
Mis propósitos son casi siempre los mismos porque los veo más como un progreso que como una acción puntual. No dejamos de crecer, y todo puede mejorarse. Pero bueno, aquí los dejo, porque siempre está bien compartirlos. Anima, puede inspirar a alguien, como Galicia me ha inspirado a mí.
- Ya sé que lo importante en una pandemia es sobrevivir con una salud más o menos aceptable, pero me gustaría perder, al menos, el volumen ganado la primera mitad de 2020.
- Quiero hacer ejercicio que no sea para recuperarme de una lesión. Quiero curar las lesiones, por otra parte.
- Quiero seguir leyendo más de lo que compro. Es decir, leer algunos de los libros que se me acumulan en casa desde hace años, especialmente los más largos. Creo que recuperar la concentración perdida también significa pasar menos tiempo online.
- Ahorrar, aunque sé de sobra que más que de «racionalizar el gasto y no comprarme caprichos» significa «no tener emergencias en las que hay que sustituir tres electrodomésticos en dos meses».
- Es el tercer año en el que me propongo aprender mecanografía de verdad.
- Terminar manuscritos que están a medias. Escribir en el blog con más regularidad.
Y esto, más o menos, sería todo. Que ya es bastante.