El término «mansplaining» fue creado por la escritora Rebecca Solnit, que en este artículo tan de «me río por no llorar» cuenta cómo un señor le dijo insistentemente que debía leer un libro… que ella misma había escrito, y del que él sólo conocía la reseña en el periódico. Desde entonces, algunas feministas hemos usado esa palabra u otras para referirnos a lo que pasa cuando un hombre nos intentadar lecciones sobre algo que conocemos mejor que él.
Esta semana en Esceptica.org hacían un análisis del mansplaining muy interesante. La autora consideraba algo que yo también he pensado: hay explicaciones que no son bienvenidas pero no son necesariamente machistas. Ya que podemos decir sobreactuar, sobreexplotar, y palabras parecidas, ¿por qué no llamar «sobreexplicar» a todas las explicaciones que no queremos oír? Por ejemplo: un día te equivocas haciendo una receta que haces a menudo y en casa, tu madre te dice cómo se hace la receta de arriba a abajo. Muchas veces, cuando nos equivocamos en algo que hacemos regular, la repetición de explicaciones teóricas no sirve para nada y molesta. Otro ejemplo: quiero que un amigo me arregle la cámara y mi amigo me da los detalles técnicos de por qué se ha roto. No quiero hablar de cacharros, si te entiendiera la arreglaría yo, sólo quiero saber si tiene arreglo y si me la puedes arreglar a cambio de un bizcocho, que está la cosa muy mal.
Ahora, ¿qué resulta verdaderamente discriminatorio, aun sutilmente? Estas son algunas pistas:

  • Rebatir o poner en duda experiencias personales. Si digo que el mansplaining existe porque lo he vivido, no me digas que no existe porque a ti no te pasa, porque otra mujer dice que no pasa, o porque has leído un libro que dice que no pasa.
  • Rebatir o poner en duda conocimientos y experiencias profesionales o académicas. A menos que seas un colega de profesión, no discutas lo que una mujer dice que es su trabajo.
  • Asumir que como-es-una-mujer no tiene conocimientos de un tema concreto.
  • Antes de intentar corregir algo que hace una mujer, piensa si no se lo habrán dicho mil veces y ya lo sabe. Por ejemplo «a los hombres también nos dicen que no tenemos ni idea de cocina». Ya lo sé, muchacho.
  • ¿Es posible probar el motivo por el que estás en desacuerdo conmigo? «A lo mejor no te interrumpió porque eres una mujer. A lo mejor interrumpe así a todo el mundo». Puedes hablar de cosas que no puedes demostrar, sí. Hacerlo para corregir no es constructivo.

Casi siempre, los casos verdaderamente fastidiosos son los de gente hablando de cosas de las que no tiene ni idea, y los de quienes no están realmente «explicando» algo, sino negando o quitando importancia a lo que otros dicen. No todos los hombres lo hacen, pero en los casos en los que ocurre pienso que no parte de un particular desprecio a la mujer, sino a un exceso de confianza poco corregido y una tendencia a convertir la conversación en discusión, mientras que a las mujeres se nos educa en la modestia, la falsa modestia, y un estilo conversacional mucho más cooperativo. Los hombres que dicen que la regla no puede ser para tanto, por poner un ejemplo de algo que ellos desconocen, no quieren ofender, ni hacer daño. Sólo están mal acostumbrados a opinar sobre lo que no entienden sin que nadie se lo critique.
Yo evito las acusaciones directas. Decir «¡Mansplaining!» como el que saca tarjeta roja es divertido, pero no sirve para nada. Prefiero hacer una pregunta directa sobre los conocimientos del muchacho en cuestión, o decir que ya lo sé (a veces, agresivamente). Enfrentados a su propio desconocimiento, arrogancia, o mala educación, es posible que nuestro explicador cambie su actitud. Aunque desgraciadamente, el silencio, cambiar de tema, o una sonrisa fascinada son el recurso principal para ahorrarnos infinidad de sobreexplicaciones. Es cuestión de saber elegir cuándo merece la pena pelear.
(*) NOTA: lo mismo podría decirse de otros privilegiados. He visto palabras como whitesplaining para decir «conducta de personas blancas que explican cómo deben sentirse a personas negras».
EXTRA: Aquí un precioso diagrama de flujo, traducido con la ayuda técnica de @aphrabh, y tomado de More Women in Skepticism.
mansplaining

5 comentarios sobre “¿Qué es el mansplaining?

  1. También está la gente que insinúa que tienes problemas emocionales por expresarte de forma bastante parecida a como lo haría un hombre, y sin embargo le parece natural que los hombres defiendan con convicción sus ideas.
    No estoy hablando de agresividad verbal, sino más bien de renunciar a la falsa modestia, de no callar cuando un hombre te corrige erróneamente en un tema que conoces bien. Si te defiendes con seguridad y sin falsa piedad del ¨mansplaining¨, eres una inestable o una histérica. Aunque utilices argumentos perfectamente científicos.

  2. -Modo ironía-Muy bien borrando ahí los comentarios con el que no eata de acuerdo con esta explicacion o historia ya aue eso no es propio de los hombres si no tsmbien de las mujeres,es de cualquier ser humano que quiere anteponerse a otro en una charla,hacer este en concepto puramente masculino y tratando de buscar que solo cuando tu obtienes la respuesta que quieres es cuando se ha ha hecho bien,teniendo en cuenta que en una gran parte de conversaciones np obtenemos la respuesta que queremos, es HEMBRISMO. Estais infectando a la gente con conceptos vagos inutiles y enfocados solo a lo que quereis que es poner a la mujer pode delante del hombre,cuando el feminismo nunca en sus fundamentos originales buscaba esto si no la igualdad.

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